Kaotiko quiere acelerar su expansión en el mercado francés

De "skateshop" en Barcelona a marca con distribución en Europa. La firma española Kaotiko BCN impulsa su actividad en Francia y, a principios de septiembre, celebró un evento en el restaurante‑boutique parisino Aujourd'hui-Demain, ubicado en el XI arrondissement. Un entorno perfecto para una propuesta que juega con los códigos del "streetwear" barcelonés, con ambición de moda.

Para la marca, que presentó su colección otoño-invierno en el salón Who's Next el pasado mes de enero, el objetivo es posicionarse en este segmento como una alternativa con un toque mediterráneo a la imprescindible Carhartt WIP. "Existe una fuerte conexión entre Barcelona y el universo del skate. Y en Francia vemos que hay una buena respuesta a nuestra propuesta. La energía positiva de Barcelona también es afín a la cultura francesa", explica Germán Bernad, actual director general de la empresa.

Ese toque de legitimidad ya ha seducido a unos 60 puntos de venta en Francia. Una red que debería ganar impulso, ya que Simon Leroy, quien representa a la marca en territorio galo, ha conformado este año un equipo completo para el mercado francés. Una iniciativa reciente para una marca que lleva un cuarto de siglo en activo.

En 25 años, Kaotiko ha seguido una trayectoria alternativa que encaja con su universo. Su nombre procede de la tienda multimarca dedicada al skate y al surf que abrieron en 1999 Katia Vilaginés y Ángel Palacios. Los fundadores añadieron sus propios productos a la selección, con una colección de camisetas y sudaderas diseñada por Katia Vilaginés.

El concepto funcionó y creció con nuevas aperturas en Barcelona. Y la marca se labró una reputación, entonces con producción local: el 90 % de sus camisetas se fabricaba a pocos kilómetros de la capital catalana. El concepto convenció hasta el punto de que, para expandirse, los fundadores abrieron el capital de la empresa a la sociedad Estudio 2000, originaria de Alicante. "Hace unos diez años, los fundadores buscaban desarrollar su concepto fuera de Barcelona. Nos conocíamos desde hacía tiempo porque nuestra empresa familiar distribuía Puma en España y vimos una oportunidad", explica Germán Bernad. En 2018, la familia Bernad se hizo con la gran mayoría del capital.

En esa época, la empresa continuó su expansión minorista, pero también probó la distribución de Kaotiko a través del canal multimarca, estructurando su oferta con colecciones de temporada. "Participamos en la feria de skate Bright de Berlín y allí conseguimos nuestros primeros clientes", recuerda el director general. "También tuvimos en ese momento los primeros contactos con Zalando", añade.

Aunque la marca cerró acuerdos con minoristas alemanes ya en su primera temporada, durante los primeros años la actividad mayorista siguió siendo minoritaria dentro de una facturación que alcanzó los 12 millones de euros en 2021. Su red de una docena de tiendas en toda España seguía siendo entonces el motor.

Pero la marca se enfrentó al mismo tiempo a la caída del tráfico en tienda y al auge de nuevas firmas, cuyos fundadores nacieron con las redes sociales y son expertos en comunicación digital. "El retail se ha vuelto complicado, menos fiable. Y en España hay muchas marcas nuevas que se han posicionado en el 'streetwear', muy fuertes en marketing, que organizan eventos, fiestas e implican a una comunidad. Esa no es exactamente nuestra identidad. Nos apoyamos en el estilismo y el diseño. Tomamos la decisión de cerrar tiendas e invertir en el desarrollo de la actividad al por mayor", explica el director general. "Hemos reducido la facturación, pero hemos trabajado en la rentabilidad", sostiene.

Al estructurar su producción para el canal multimarca, Kaotiko ha incorporado calzado a su colección desde hace tres años y también ha ampliado su red aprovisionamiento, sobre todo en Portugal y en Asia para las prendas de punto. La marca propone dos lanzamientos por temporada y ha añadido, además, cápsulas más orientadas a moda (con temáticas musicales o para "coffee lovers"), con cortes más adaptados a los vendedores que se dirigen a una clientela de 30-45 años, además de prestar atención a las siluetas femeninas que, según los agentes franceses de la marca, interesan a los mayoristas.

La marca cuenta ahora con solo cuatro tiendas, que sirven de escaparate en Barcelona, Madrid y Valencia. En paralelo, se desarrolla con un distribuidor en Corea del Sur, así como en Alemania, Italia y Francia, y dispone de un total de unos 500 puntos de venta en todo el mundo. La firma prevé una facturación de 7 millones de euros en 2025 y aspira a seguir creciendo en 2026 con un centenar de distribuidores para el mercado francés. Si bien sus ventas provienen aún mayoritariamente de España, su plan de desarrollo (con conversaciones para un despliegue en América Latina) deberían hacer que la cuota internacional supere el 50 % a partir de 2026.

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